viernes, 20 de mayo de 2011

A 90´ de la salvación… o del infierno

   Seis equipos, seis ciudades, seis aficiones; Mallorca, Real Sociedad, Osasuna, Getafe, Deportivo y Zaragoza, en total dos millones y medio de corazones latiendo con un mismo objetivo, un mismo fin, la permanencia en Primera División. Cinco de los equipos lograrán su objetivo, al sexto le esperará, como poco, un año en el infierno, la Segunda División, ese pozo sin fondo, ese agujero negro en el que uno sabe cuándo entra, pero nadie conoce el momento de salir. Para cualquiera de los seis será muy doloroso, terrible para todos los que orgullosos muestran sus colores allá donde van, pero para algunos, como el Mallorca o el Zaragoza puede ser un descalabro total, el camino a una quiebra económica devastadora para dos históricos en  problemas. El Mallorca no disputó la Europa League esta temporada por una queja del Villarreal, una queja fundamentada en las deudas de los bermellones, y el Zaragoza se halla inmerso en un litigio con el Getafe, al que adeuda el pago de Uche.

   Para estos dos conjuntos el descenso sería catastrófico, y para los otros cuatro, una fatalidad. Todos, los seis se la juegan el sábado a las diez de la noche, el todo o nada, permanecer en la mejor liga del mundo o bajar a las catacumbas. Todos dependen de sí mismos, lo que hace más duro si cabe un descenso. Noventa minutos, demasiado poco tiempo que vale más que los otros 37 partidos, si bien, el que baje lo hará por toda la temporada, no por un partido.

   Cinco únicos partidos son los que deciden todo, cinco imprevisibles encuentros en los que cualquier cosa puede pasar, y de los que posiblemente salgan llorando seis aficiones, cinco de ellas de alegría y tensión, la otra de pena, al sentir que una parte de ellos se va a la Liga Adelante.

   Un partido es el Levante Zaragoza. Los valencianos tienen la permanencia asegurada, muchos les acusan de que se dejarán perder y algunos han llegado a decir que apostarían toda su fortuna por un triunfo del Zaragoza. Todo ello, si no se demuestra lo contrario, son meras especulaciones, por lo que el Levante saldrá a jugar y el destino dictará lo que tenga que dictar. Los maños son los que aparecen más en las quinielas del descenso y necesitan ganar si o si, aunque con un empate les podría valer.

   Otro de los encuentros es el OsasunaVillarreal. Los navarros, tras las remontadas ante Zaragoza y Sevilla parecían tener todo de cara, pero la derrota ante el Getafe les ha metido de nuevo en la pomada. A los rojillos les vale con un empate, y tradicionalmente han cosechado buenos resultados ante los castellonenses, pero no pueden confiarse. Los visitantes llegan con la temporada hecha y sin ningún deber, por lo que parece probable que Osasuna se salve.

   Otro de los duelos será el DeporivoValencia. Un partido con cuentas pendientes por aquel penalti que falló Djukic hace unos años. Los coruñeses marcan la salvación con 43 puntos y para asegurarse deben ganar a un Valencia que no se juega nada.

   MallorcaAtlético. Con entradas a un euro, así ha llamado el Mallorca a su gente para que pueble las 
gradas del Iberostar Estadio. El Mallorca es el que mejor lo tiene, y sólo una carambola le puede mandar a Segunda. El Atlético se juega el tener descanso en verano, por lo que saldrá a por todas y el partido presenta un pronóstico incierto.

   Real SociedadGetafe. Este partido es el más dramático de todos, es el único enfrentamiento directo. Dos equipos separados por un punto, con los getafenses un punto por encima del descenso hacen de este partido el más espectacular de la jornada. A los locales les salva un empate, pero los azulones tienen que salir a ganar para no sufrir y olvidarse de las combinaciones.

   En estos cinco duelos se definirá el equipo que acompañará a Hércules y Almería en su periplo por los infiernos, cinco duelos repletos de tensión, emoción, alegrías, penas… En fin, cinco duelos para la supervivencia.

viernes, 13 de mayo de 2011

Osasuna acaricia la permanencia tras una remontada mágica

   Inmensa remontada de Osasuna fraguada en tres últimos minutos de ensueño y culminada con un gol de Lekic en el descuento en una noche sólo empañada por la lesión de Nelson, que tras unos instantes de alarma, parece ser una luxación del astrágalo. Este gol, unido al doblete de Kike Sola, acerca a Osasuna a la permanencia con un triunfo dedicado para Nelson y Juanfran Torres, en homenaje a su padre.

   El viejo Sadar presentaba un aspecto inmejorable, irrepetible, admirable impresionante… cerca de veinte mil almas se acercaron para apoyar a su equipo con todas sus fuerzas y dejarse la voz. Impulsado por estos ánimos, el equipo empezó muy enchufado y en el primer minuto una falta sacada por Cejudo era rematada por Flaño llevando el peligro a la meta defendida por Varas. Poco a poco, el Sevilla se hacía con el mando y las ocasiones y los pamplonicas parecían no tener que luchar por la permanencia. Perotti destrozaba la defensa local y Kanouté daba el primer aviso. Sería el primero y el único del Sevilla, que en tres minutos mataba las esperanzas de los de pamplona con dos cabezazos de Negredo que mostraban una vez más las deficiencias de la defensa osasunista en los balones por alto, algo en lo que tradicionalmente ha destacado. Apenas se había cumplido un tercio de partido y parecía estar todo vendido, el Reyno estaba callado y los rápidos goles habían dejado sin alma a Osasuna. Esto fue por unos instantes, ya que este equipo, que sin su coraje y su casta no sería nada, se rehízo, comenzó a embotellar al Sevilla y Calleja dispuso de una gran ocasión que no acertó a rematar a gol. La primera parte agonizaba cuando un involuntario pisotón de Acosta dejaba a Nelson retorciéndose en el suelo con un tobillo con muy mala pinta. Fue retirado en camilla con gestos de mucho dolor y se llegó a pensar en la fractura de tibia y peroné, pero observaciones posteriores parecen indicar una luxación del astrágalo. Pese a esto, Osasuna se marchó a vestuarios con la sensación de que no todo estaba perdido.

   Los rojillos querían morir matando y comenzaron la segunda mitad a tope en busca de un gol que los metiera en la lucha, y ese gol llegó en el minuto inicial, obra de un Kike Sola que se está ganando al Reyno a base de goles. Osasuna siguió apretando de manera descomunal, con una presión tan terrible como efímera que no dejaba dar dos pases al Sevilla. Esta presión se diluyó y ambos equipos parecieron reservarse para el final, un final que resultaría apoteósico. En el 85 y con 1-2 para el Sevilla, Mendilíbar se jugó el todo por el todo dando entrada a Lekic en lugar de Flaño para el asalto final, y le salió redondo, dos minutos más tarde, Kike Sola anotaba su séptimo gol en nueve partidos al rematar un centro de un espectacular Camuñas que se echó e equipo a sus espaldas y se dejó parte de su sangre por la victoria. Eran momentos de euforia y lo mejor estaba por llegar, Lekic remataba a la red otro gran centro de Camuñas en el 90 y llevaba el éxtasis a las gradas.

   Como anécdota, destacar las declaraciones de un magullado Camuñas, que se llevó un tremendo bofetón en el pase del tercer gol y que al atender a los medios se refirió a la afición con gestos de admiración que no se pueden explicar con palabras.

lunes, 9 de mayo de 2011

La trágica muerte de Weilandt ensombrece el triunfo de Vicioso

   Las pedaladas de su destino no iban a rodar este año por el Giro, pero una inoportuna lesión del sprinter titular, Daniele Benatti, le hizo entrar a tan mala hora en el equipo, el potente Leopard Trek, capitaneado por los hermanos Schleck y Fabián Cancellara. Se inició en el atletismo, pero todo belga nace con el ciclismo en las venas y a los quince años se decidió por el deporte de los pedales, el cual le dio más amarguras que alegrías.
  
   De manera tan inesperada como rápida, WW Special, como era conocido en el pelotón, se encontraba ante la oportunidad de su vida, la de ganarse un nombre entre los más grandes velocistas, y de la misma manera se encontró de bruces con la muerte en la bajada del Passo del Bocco, a escasos kilómetros de cruzar la línea de meta, midió mal la frenada y una fractura craneal al chocarse contra un muro acababa con su carrera y con su vida de forma repentina.

   El noveno puesto conseguido en el sprint de ayer le otorgaba esperanzas de ganar en esta ronda transalpina pero esa velocidad y las ansias de triunfar le jugaron una mala pasada en un descenso sinuoso y peligroso, convirtiéndose en el cuarto en engrosar la funesta lista de los fallecidos en tan espectacular como peligrosa ronda.  Así son los caprichos que el temible destino nos aguarda, un corredor que ni siquiera iba a correr el Giro fallece, y lo hace justo un año después de su victoria en esta misma carrera, la segunda en una gran vuelta, tras la conseguida en 2008 en la Vuelta a España.

   Nunca pasa nada, hasta que pasa, y cuando pasa, vienen la desesperación y las lágrimas. Pues bien, hoy ha ocurrido una desgracia que, aunque duele, se veía venir, y se veía venir porque múltiples han sido las ocasiones en las que los ciclistas se han quejado del mal asfalto, del mal trazado o de la mala señalización, lo que llama al análisis y reaviva la polémica sobre la seguridad bajo el casco.

Deja una mujer y dos hijos, uno de ellos verá la luz en septiembre, y algún día le contarán que su padre fue un gran ciclista, que tenía un futuro esplendoroso, y que su vida y sus pedaladas terminaron ejerciendo su pasión, el ciclismo.

Desde hoy y para siempre, su alma rondará por la cima del último puerto que ascendió, el Passo del Bocco, desde donde aguardará vigilante todo nuestro porvenir. 
Hasta siempre.

domingo, 10 de abril de 2011

Renovalia Ciudad Real y su fondo de armario fulminan a Cuatro Rayas Valladolid

Cual un leopardo que se acerca con sutileza a su presa y cuando está cerca ataca de forma feroz y sin posibilidad de réplica, así es el Renovalia Ciudad Real, probablemente el mejor equipo del mundo, que poco a poco va entrando en el partido y cuando te das cuenta estás muy lejos y no puedes hacer nada mejor que sacar la bandera blanca.  Esta ha sido la historia de la final de la Copa del Rey disputada esta tarde en el Pabellón As Travesas de Vigo, que pese a no estar rebosante, destilaba pasión y ánimos a raudales.   
El encuentro enfrentaba a Renovalia Ciudad Real, un equipo que llegaba con dudas tras su inesperada derrota en el Universitario pamplonica hace unas fechas, contra el sorpresivo Cuatro Rayas Valladolid, un conjunto peligroso capaz de eliminar, en contra de todas las quinielas, al todopoderoso F.C. Barcelona en un final de órdago.

La final comenzó con un estelar Cuatro Rayas gracias a los goles de un  inspirado Eduardo Gurbindo. El lateral pamplonica, camino de ser uno de los mejores en su posición, inició el duelo con 2 goles consecutivos, lo que unido al gran trabajo defensivo de su equipo permitió a los de Pucela ponerse 3-0 a los 6 minutos.  Eran momentos de gran lucidez vallisoletana y adonde los blocajes no llegaban, ahí estaba un inconmensurable Sierra, al igual que en el resto del torneo, lo que a la postre le valió para ser elegido mejor portero, con 15 intervenciones en la final.  En la primera mitad los de Pastor se mantuvieron por delante casi todo el tiempo, gracias, como decíamos, a un Gurbindo en estado de gracia.  El aeroplano francés, Luc Abalo empezaba a carburar poco a poco el engranaje y comenzaba su exhibición de salto vertical. Ciudad Real también ajustó la defensa y Valladolid se atascó, pero Sierra seguía con su exhibición.  El Valladolid fallaba mucho y Lazarov, el killer macedonio de Ciudad Real parecía tener su fusil en vestuarios, e incluso llegó a malograr un lanzamiento desde los siete metros. Entonces llegaron unos minutos sin control alguno, con un carrusel de pérdidas y fallos por ambos bandos. Tras la empanada vallisoletana, que llevaba más de 8 minutos sin anotar, tuvo que aparecer el fenómeno navarro, Gurbindo, pero el francotirador  Lazarov ya empezó su exhibición de brazo, uno de los más potentes del mundo. 6-5 ganaba Cuatro Rayas tras 17 minutos con 5 goles de Gurbindo.  Bilbija, desde las alturas, descerrajaba  las redes con un tremendo zarpazo y colocaba el 8-6. El partido estaba menos impreciso y Aguinagalde, que bueno es este chico de Irún, empezaba a enchufarlas.  El partido estaba equilibrado, si bien poco a poco el Ciudad Real le iba cogiendo terreno, y en dos ataques rápidos el conjunto ciudadrealeño se puso por delante por vez primera con un gol Abalo. Así se llegó al descanso, con un 12-12 que dejaba todo para la segunda mitad.

En el intermedio se entregaron los trofeos de la minicopa, ganada, en las 5 ocasiones, por el Barcelona, que venció al Reale Ademar por 43 a 35. Interesantísimos algunos de los jugadores que la disputaron. Gran nivel de esta competición, lo que augura un buen futuro.

La segunda mitad continuó con la inercia de la primera, y poco a poco Renovalia iba abriendo hueco tras los fallos de los de Pastor  y sus cañonazos al travesaño. Bilbija desde las alturas fusilaba a Sterbik y mantenía ligeras esperanzas, pero su excesivo celo por el lanzamiento y sus numerosos fallos condenaban a un Valladolid que tras dos goles de Viran Morros veía como sus opciones se marchitaban. Sterbik empezó a funcionar, Ciudad Real a correr y Pastor paró el partido. Si los de Ciudad Real se ponían a correr estaba todo perdido, y así fue, el partido se rompió de manera definitiva y la diferencia fue creciendo poco a poco hasta llegar a los 10 goles de máxima, con un 20-30 a falta de 5 minutos. Con poco más, 22-31 y con el Ciudad Real celebrando la victoria se llegó al término de la final.

Renovalia consiguió su tercer título del año, lo que le da moral de cara a la fase definitiva de la Liga de Campeones. Valladolid cayó derrotado por su menor profundidad de armario, pero, con un esfuerzo titánico, aguantó hasta que pudo espoleado por una afición extraordinaria que se dejó hasta el último aliento animando a los suyos y que siguió una vez terminada la final. En la entrega de trofeos, el de MVP cayó en poder de la empresa de vuelos Luc Abaló, un todocampista excelso, y el de mejor portero fue para Sierra, que cuajó un estupendo partido y no pudo hacer nada más por su equipo. Finalmente, el trofeo de campeón lo recogió Hombrados, quien junto a su equipo lo celebró con júbilo.
            

domingo, 27 de marzo de 2011

Dos destellos de Neymar tumban a Escocia

Partido sin color el jugado hoy en Londres sobre el césped del Emirates entre dos equipos muy desiguales. Por un lado, la Brasil de Menezes, un equipo en reconstrucción con jugadores muy jóvenes y desconocidos para el gran público pero a buen seguro con un gran futuro en sus pies. Enfrente, un débil combinado escocés basado en el balón largo y el despliegue físico, y como mediador, el mejor árbitro del mundo según la FIFA, el cuestionado Howard Webb.
Momentos antes del saque inicial se llevó a cabo un homenaje al más grande delantero de todos los tiempos, el gran Ronaldo, que recibió el caluroso aplauso de todo el público puesto de pie.  

Durante los primeros instantes eran los escoceses los que llevaban el balón, pero escasos de ideas. Los de las islas presionaban mucho y a los cariocas, afectados por las bajas de Marcelo y Nilmar, les costaba tener el balón. Sobre el minuto quince los escoceses bajaron la presión, al mismo tiempo que los pentacampeones la subían y el partido tomó el rumbo lógico, el control del juego era de Brasil. Brasil tocaba y tocaba, no con mucha celeridad, pero las ocasiones fueron llegando, la primera de todas, un poderoso cabezazo de Leandro a remate de córner que tocó el larguero. Brasil seguía combinando y quería meterse en la portería con el balón, y los británicos se limitaban a correr y a perseguir en balón, pero no salían de su campo. El centro del campo sudamericano, con más trabajadores que artistas estaba lento y sólo Neymar dotaba de habilidad y velocidad al juego, y en una gran jugada definió con rosquita y suave al palo largo, imposible de parar. Quedaban tres minutos para el descanso y se hacía justicia.

Brasil empezó la segunda parte avisando de sus intenciones con un tirazo de Neymar, y poco después un fallo defensivo escocés estuvo a punto de costarles el 2-0, pero Ramires pasó mal a Neymar.  Brasil pisaba área de forma continua y Escocia no podía sacar el balón desde atrás. Los sudamericanos se fueron creciendo y en un jugadón suyo Ramires estuvo a punto de acertar, pero su remate se fue a las nubes. Escocia no daba dos pases seguidos y con la entrada de Bannan buscó un poco de llegada. Este cambio pareció expolear  un poco a los británicos, que adelantaron líneas y se fueron un poco al ataque. Menezes dio entrada a Lucas, un joven e interesante jugador que aportó fantasía cada vez que el balón llegó a sus botas. Neymar se contagió de su equipo y parecía apagado, hasta que recibió un balón, hizo una bicicleta y fue objeto de un penalti que el mismo transformó con un toque suave y colocado. Una vez resuelto, el partido transcurría lento y apático hasta que Webb puso su nota de protagonismo al obviar una clarísima mano escocesa. Poco después y tras alguna que otra sustitución el partido acabó.

Escocia sigue sin ganar al gigante sudamericano en sus diez duelos, con un pobre balance de ocho derrotas y dos empates. Brasil venció con suficiencia en un partido que no debe servir para valorar la marcha del equipo, que no obstante, tiene muy buena pinta y si todo transcurre por donde debe, un futuro esplendoroso.

sábado, 26 de marzo de 2011

Özil pone la magia y Klose y Müller los goles

Plácido triunfo germano de la mano de Özil encarrilado en la primera mitad con 2 goles de Müller y otro de Klose, y finiquitado con otro del eterno Klose en las postrimerías del partido. Alemania fue demasiado para la débil selección de Kazajistán, que no aparece entre las 100 primeras del discutido ranking FIFA y, con 15 puntos, tiene en la mano la clasificación para la próxima Eurocopa.
Ambiente de partido grande en el Fritz-Walter-Stadion de Kaiserslautern. Alemania saltó al campo con el once de gala, Neuer en el marco, línea de cuatro atrás con Lahm, Mertesacker, Badstuber, Aogo, doble pivote formado por los todoterrenos  Schweinsteiger y Khedira, medio campo para Özil, Müller y Podolski y en punta el eterno Klose en la ciudad que le vio nacer como futbolista. Todo indicaba una goleada histórica y el himno teutón se cantó como si de una final se tratara.

El duelo se inició con control total del balón por parte de Alemania, y los kazajos sólo fueron capaces de tocarlo por vez primera tras el tanto que abrió el marcador, obra de Klose al rematar en el segundo palo una falta mal defendida por el combinado euroasiático. La Mannschaft, que si nada cambia dominará el fútbol durante la próxima década con el permiso de España, dominaba el tempo del encuentro. La inoperante Kazajistán que ya perdió en Astana, esa ciudad con nombre de equipo ciclista, el otro encuentro disputado entre ambos conjuntos corría y corría, pero Alemania, sin desplegar el fútbol que deslumbró en el Mundial llegaba de forma continua y con peligro. En una de estas llegadas Özil botó de forma espectacular una falta que Müller peinaba a la red en el minuto 25. El partido era tan fácil que Alemania se mostraba muy estática y sin intensidad y los kazajos resistían con un 4-5-1, muy cerrados atrás y sin dejando sin espacios a los locales. Todo transitaba tranquilo y sin sobresaltos hasta la ganga del mercado de verano, Mesut el mago, decidió, con un toque de magia, dejar a toda la defensa kazaja en evidencia y darle a Müller el balón para que metiera su segundo gol. Corría el minuto 43 y si Alemania se ponía en serio la goleada podía ser de las que hacen historia.

Así se llegó al descanso, y en la reanudación los teutones no se pusieron las pilas, al contrario, su juego se convirtió en plano y ramplón y el sonido del viento circulaba por el abarrotado estadio. Klose seguía con la pólvora mojada y perdonaba una tras otra y de la Mannschaft sólo se salvaba Özil, que estaba dando un clínic de asistencias, el resto flojos, Schweini y Müller seguían con su floja temporada, Khedira se mostraba impreciso… Kazajistán vivía sus mejores momentos, subió líneas e inquietó un poco a los germanos con alguna llegada con peligro. Los pitos se hicieron más presentes y Low buscó con la entrada de Mario Gómez, Kroos y Götze una mayor tensión y movilidad. Kroos dio mayor velocidad al mediocampo pero Götze apenas rascó bola y el centrodelantero erró la que tuvo. Klose proseguía con su festival de fallos hasta que la defensa foránea se puso de acuerdo en el 88 para no despejar un balón inocente y Khedira le regaló su segundo.
Así acabó el trámite para Alemania, que se coloca con 15 puntos y con la clasificación para la Eurocopa en la mano, mientras que los de Kazajistán continúan cerrando el grupo con 0 puntos y sin posibilidad de clasificarse.

4 minutos de luz en un partido de sombra

España derrotó ayer viernes a la República Checa en Los Cármenes, Granada, en un partido clasificatorio para la Eurocopa del próximo año. Villa, en el partido en el que Xavi llegaba a la centena de internacionalidades, metió dos goles, superó a Raúl como máximo goleador de la historia de la selección, con 46 en 72 partidos, y remontó en 4 minutos el golazo anotado por el ex-osasunista Jaroslav Plasil en el único disparo de la ex-república soviética.
El Nuevo Los Cármenes presentaba un ambiente de fiesta, toda una ciudad, Granada, volcada con el equipo nacional. Todo esto pese a que la Federación Española de Fútbol sólo había sacado a la venta 10.000 de las 16.000 localidades posibles, las 6.000 restantes de las quedó la FEF para los siempre discutidos “amigos y favores”.

Los himnos silenciaron al público, quien rugió después en el comienzo del partido. Los inicios del partido parecían indicar un plácido triunfo para España, que sacó varios córners en los primeros minutos y disparó con peligro en alguna ocasión. España tocaba y tocaba y seguía tocando y los duros checos, con un equipo en renovación, corrían detrás de la bola persiguiendo sombras y repartiendo caricias. El partido seguía el guión previsto, si bien, una vez más quedó demostrado que cuando España no tiene intensidad, el balón no circula a la velocidad que debe y eso facilitó el trabajo a una República Checa con un hombre delante del balón y muy cerrada atrás sin dejar espacios entre líneas. El balón no circulaba con velocidad y España no era del todo España, pero en los primeros 45 minutos Cech sacó unas cuantas manos de mérito. Xavi sufría un correoso marcaje al hombre, el doble pivote, Busquets y Alonso, endormecía el juego, y Navas se dedicaba a centrar balones imposibles para Villa, que pese a su habilidad nada tenía que hacer por arriba con dos gigantes por centrales. Casillas y la defensa, innecesarios hasta el momento, anduvieron un poco despistados y Plasil, “birlado” por el Girondins de Burdeos a Osasuna por unos pírricos seis millones de euros enchufó un chutazo con la zurda desde muy lejos que, tras rebotar en el poste, entraba con maldad en el marco de Iker. Corría el minuto 29 y recordaba en exceso al partido contra Suiza. Tras unos momentos de nervios en los que las cosas no salían se llegó al descanso, Del Bosque debía buscar un revulsivo para voltear el marcador e ir tranquilos a Praga ya clasificados.

En la reanudación salió Torres por Alonso, “El Niño” ya es todo un hombre y sin embargo parece pesarle mucho la responsabilidad de haber sido traspasado por 50 millones de libras. Esta apagado y fuera de onda, anda torpe y fallón y quizá Don Vicente creyó en él para darle confianza, pero no estuvo acertado en las que tuvo. El gol no llegaba y Vicente se jugó el todo por el todo y retiró a Capdevila para dar entrada a Cazorla, un cambio lógico y no muy peligroso puesto que los checos andaban colgados del larguero. Había más toque, más juego, más velocidad, España asediaba con 5 atacantes y en el minuto 69 Villa acertó y dio en la diana tras dos amagos y un zurdazo ajustado al palo. La marca de Raúl, que resistía con la tenacidad que siempre le ha caracterizado al hasta hace poco 7 blanco, caía en pies de un enorme Villa. Todo cambió y tan solo cuatro minutos después Villa anotaba un penalti de los que se ponen de ejemplo en las escuelas para finiquitar el partido. 


Paso importante para España en un encuentro histórico en el que Villa batió el récord del eterno Raúl y Xavi se hizo centenario. Victoria no con mucho brillo, pero justa y necesaria, que permite afrontar con más tranquilidad si cabe lo que queda de fase de clasificación.